Amigo robot: Lo que Japón (y Honda) nos enseña sobre la convivencia de humanos y tecnología
El adorable Doraemon es un gato robot azul que viene del futuro, y el Tamagotchi, una vulnerable mascota virtual que requiere cuidados. El manga y el anime japonés están repletos de robots que, aunque a veces son malvados, muchas veces son amigos de los niños y ayudan a los humanos. Aunque algunos de estos entrañables personajes han cautivado a la audiencia española desde hace décadas, en la cultura occidental los robots siguen viéndose principalmente como una amenaza a la sociedad o un problema existencial para las personas. La cultura nipona, sin embargo, sueña desde hace años con la convivencia pacífica de humanos y robots. ¿De dónde proceden estas diferencias y qué podemos aprender de los japoneses?
Tecnología con alma
Cuando en 1978 Mazinger Z, el robot gigante que luchaba por salvar el mundo junto a su inseparable compañera de metal Afrodita A, empezó a conquistar los corazones de los telespectadores en España, los japoneses llevaban ya desde los años 40 consumiendo fantásticas historias de robots, primero en formato cómic (manga) y después en dibujos animados (anime).